Querida mamá,
Detente un momento. Respira.
Sí, justo ahora, en medio de todo lo que estás haciendo. Porque necesito decirte algo que quizás no escuchas tan seguido: lo estás haciendo increíble.
Sé que a veces te cuesta creerlo. Sé que hay días donde sientes que no llegas a todo, que no alcanzas a ser la mamá, la pareja, la amiga, la profesional, la mujer que eras antes. Que miras el caos de juguetes, la taza de café fría, los pendientes del trabajo… y sientes que no estás dando lo mejor.
Pero quiero que sepas algo, no tienes que hacerlo todo perfecto. Solo con amor.
No hay un checklist que diga “mamá ideal”. No se trata de tener la casa impecable, ni de responder todos los mensajes del grupo del jardín, ni de preparar la comida más saludable todos los días. Se trata de estar. De mirar a tu hijo con amor, aunque estés cansada. De darte un abrazo a ti misma cuando sientes que no puedes más.
Hay amor en ese "hoy comemos fideos de nuevo".
Hay amor en esa ducha rápida mientras tu bebé duerme una siesta.
Hay amor en decir "hoy no tengo energía", y aun así levantarte a cuidar.
Hay amor, incluso en tus pausas.
Y sí, mereces también sentirte tú. No perderte en la maternidad, no desconectarte de quién eras antes. Mereces salir, reírte con tus amigas, tener momentos para ti. Mereces sentirte linda, cómoda, segura. Mereces vivir esta etapa con plenitud, sin sentir que tienes que renunciar a lo que te hace feliz.
Por eso estamos aquí. En freethemama no solo hacemos ropa para facilitar la lactancia. Hacemos ropa que te recuerda que tú también importas. Que no tienes que elegir entre ser mamá o ser tú. Puedes ser ambas.
Así que, si hoy te sentiste culpable por algo… suéltalo.
Si hoy pensaste que no era suficiente… cambia ese pensamiento.
Mamá, lo estás haciendo con amor, y eso ya es más que suficiente.